SOL... EDAD...
No tomes ese último trago,
todavía hay que festejar,
mi dama de compañía ha regresado
diciendo que de mi
no se ha podido olvidar.
Pueden pasar meses,
o años,
pero ella crece en mi
sin hacerme daño
silenciosa y cariñosa
como amante
radiante de luz
o como respuesta
a un sentimiento de esclavitud.
Puedo escapar,
vagar
pero ella me sigue,
no me abandona
escucha mis penas y alegrías
mi llanto y desespero...
es ella,
ahi la veo...
SOL...
EDAD...
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